La Administración General del Estado ha empezado a usar su poder de compra para hacer el mundo un poco más sostenible, su herramienta: Contratación Pública Ecológica . Por ejemplo, cada vez que el Estado necesita comprar algo como ordenadores, coches o contratar servicios de limpieza o construcción, puede elegir opciones más respetuosas con el medio ambiente. En lugar de fijarse solo en el precio, también se tiene en cuenta si ese producto o servicio contamina menos, consume menos energía o produce menos residuos. Encajaría por tanto con los ODS 12 (producción y consumo responsables) y el 13 (acción por el clima). En 2024, el Ministerio para la Transición Ecológica presentó un manual práctico con criterios ecológicos a seguir cuando se prepara un contrato público. Lo han hecho con la ayuda de la Universidad de Alcalá y la Fundación Biodiversidad. La idea es muy buena y tiene mucho potencial. Pero hay cosas que mejorar. Es importante potenciar la formación para saber cómo aplicar...
...no necesitaba tantas alforjas.